Yeni Vilcatoma (no agrupada) tuvo comentarios xenófobos en contra de Chile, al cuestionar al empresario chileno Gerardo Sepúlveda, quien fue gestor de Westfield Capital, empresa del presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK), que brindó asesorías financieras a la constructora brasileña Odebrecht.
Durante su intervención en el debate del pedido de vacancia contra PPK, Vilcatoma afirmó que el mandatario humilló al Perú “ante un chileno”.
“Nuestro presidente tenía la oportunidad de decir sí: ‘Señores mentí, y cuando me investiguen penalmente sabrán, por último, luego de un proceso, si yo cometí delitos o no’. ¿Pero qué ha hecho el presidente? Humillarnos como nación ante un chileno. Ante un pobre diablo que estuvo sentado ahí en el palco presidencial mirándonos la cara a todos”, manifestó.
Yeni Vilcatoma no se detuvo ahí y continúa con sus fuertes críticas en contra de Sepúlveda, recalcando su nacionalidad.
“Un chileno nos vio la cara. Un chileno nos robó en Rutas de Lima, en Olmos el trasvase. Nos quién sabe cuánto nos estará robando el día de hoy”, refirió.
La ex procuradora anticorrupción dijo, además, que el jefe de Estado le ha mentido al Perú y se ha sometido al engaño de “un chileno”.
Yeni Vilcatoma también cuestionó los argumentos expuestos por el ex diputado Alberto Borea, abogado del presidente Kuczynski.
“Lo único que hizo [Borea] fue invocar a Condorito. Y Condorito es chileno, es chileno, es chileno. Entonces, ¿dónde está el nacionalismo?”, expresó.
La parlamentaria, que renunció hace más de un año al fujimorismo, criticó al fiscal anticorrupción Hamilton Castro por no solicitar la prisión preventiva de Sepúlveda.
“El presidente tiene inmunidad. ¿Sepúlveda, tiene inmunidad? ¿Por qué el fiscal Hamilton Castro no lo ha investigado? ¿Por qué no ha pedido una prisión preventiva? Ya estaríamos pidiendo la extradición de ese chileno que nos robó, de ese chileno que se burló de nosotros”, refirió.
Finalmente, Yeni Vilcatoma anunció que le ha solicitado al Ministerio Público de Chile que le abra pesquisa a Gerardo Sepúlveda.
Fuente: El Comercio
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