Tras la muerte del ex presidente Alan García Pérez, una pregunta insistente aparece en este nuevo escenario. El equipo especial de la Fiscalía lo investigaba por la presunta comisión del delito de colusión agravada en los casos Metro de Lima e Interoceánica Sur Tramos 2 y 3. La Fiscalía le atribuye haberse concertado Jorge Barata para beneficiarlos con la dación de estos proyectos.
La Fiscalía sostiene que, a través de los ya conocidos decretos de urgencia y decretos supremos promulgados durante su segundo gobierno, García habría determinado la modificación del marco legal existente para la ejecución de proyectos de infraestructura en el país, con el objetivo de favorecer a la firma brasileña, recibiendo a cambio dádivas por parte de esta.
García también era investigado por la presunta comisión del delito de lavado de activos. La Fiscalía sostiene que los US$100 mil que el expresidente recibió de la Federación de Industrias de Sao Paulo, por una conferencia dictada en noviembre de 2017, es en realidad dinero proveniente de la Caja 2 de Odebrecht, y respondía a un pago acordado con por la dación de los proyectos del Metro y la IRRSA SUR.
La Fiscalía asegura que fue el beneficiario final de parte de los US$ 4 millones y medio que Odebrecht habría entregado a Luis Nava, exsecretario de durante su segundo gobierno, y al hijo de este, José Antonio Nava Mendiola, a través de intermediarios como el empresario Miguel Atala.
En la hipótesis fiscal, García encabezaba una organización criminal, conformada, por los exfuncionarios de su segundo Gobierno detenidos, entre los que figuran el ex ministro de Transportes, Enrique Cornejo; el ex vicepresidente de Petroperú, Miguel Atala; entre otros. Tras su muerte, la acción penal que se seguía contra él termina, concluye.
Se espera que la Fiscalía recoja en Brasil un testimonio mucho más extenso y determinante de Jorge Barata, quien, según medios brasileños, está devastado tras enterarse del suicidio del expresidente. Según fuentes de la investigación fiscal, Barata está obligado a responder a las preguntas de los fiscales peruanos.
Teniendo en cuenta el conocimiento de los casos de corrupción, ante una eventual medida como esta. Mientras eso sucede, ¿de qué manera afecta la trágica desaparición de García al proceso lava jato peruano en general?
García decidió ya no ser parte del presente. No podrá ser procesado, ni declarado culpable o inocente de las serias imputaciones en su contra. De lo que estas investigaciones y el futuro juicio oral concluyan, de lo que se llegue a saber sobre la real dimensión de su papel en este caso, dependerá el tono que la historia empleará para referirse a él en el futuro.
Ricardo Pinedo, quien fue el secretario personal de Alan García, ha dado detalles sobre la carta de despedida que dejó el expresidente para su familia. Pinedo dio a conocer cuándo le entregó Alan García la carta: “Hace tres meses, dos meses y medio, él me dice: ‘Guárdeme usted este sobre’, estaba lacrado y lo guardé”, sostuvo.
Tras esto, Ricardo Pinedo agregó: “Pasó el tiempo y en una conversación me dijo: ‘¿Se acuerda del sobre que le di? Eso es para mi familia'”, le manifestó el exmandatario, a lo que el secretario le preguntó si procedía a entregarlo, “No, yo le aviso”, respondió García.
“Y nunca más volvimos a hablar del sobre. Y cuando han pasado los hechos que conocemos todos (la muerte de García), lo recordé y fui a recogerlo, junté a los hijos en el partido en la mañana y cumplí con entregárselo”, haciendo entrega del mensaje a la familia del expresidente.
“Se los entregué sabiendo que era un tema familiar”, expresó Pinedo, dejando a solas a la familia. Pero, después de esto, Alan Raúl García se dirigió a Ricardo Pinedo para hacerle entrega de un nuevo mensaje: “Había un sobre para mí, que guardo y guardaré siempre”; el contenido del mismo no lo dará a conocer.
Fuente: Perú.com
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