El penal donde se encuentra recluido Antauro Humala Tasso, aún está en proceso de implementación, al punto que su cerco perimétrico todavía no cuenta con concertinas de seguridad. Es decir, es posible que alguno de los once reclusos que alberga se escape trepando los muros.
El propio ministro de Justicia, Juan Jiménez Mayor, reconoció luego de visitar el nuevo penal junto al jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), José Luis Pérez Guadalupe que falta implementar modificaciones imprescindibles.
“En estos momentos hacemos algunas refacciones para garantizar una mayor seguridad, vamos a instalar concertinas dentro del penal”, expresó al salir del local.
En ese mismo sentido se pronunció el titular del INPE, quien dijo que si bien se ha tomado en uso instalaciones listas para un penal que ya había sido usado por el Ejército, también se adecúan éstas para que no falten en él talleres y módulos, y se refuerce la seguridad.
El área del penal militar cedido al INPE para instalar el penal Virgen de la Merced consta de aproximadamente 300 metros cuadrados.
En el único pabellón para reclusión se encuentran diez celdas ubicadas una tras otra (de unos nueve metros cuadrados cada una), las que tienen en su interior dos camarotes.
El pasadizo es de dos metros de ancho y solo hay un baño y una ducha común.
El patio sirve a su vez de “canchita” de fulbito y es la única área común al aire libre. El terreno destinado para los tallere que se ubicará en una esquina también falta implementar.
Otro punto aún no resuelto son las deficientes instalaciones eléctricas. Además, este penal no tiene bloqueadores de señales de teléfonos celulares, como sí los tenía el anterior centro de reclusión de Antauro, Piedras Gordas I.
Sin embargo, según Jiménez Mayor este ya es un penal seguro, “que funciona con torreones, rejas con personal y agentes penitenciarios que velarán para que no se fugue ningún preso”.
Actualmente el penal es resguardado por siete agentes del INPE en dos controles para llegar a las celdas.
El jefe del Programa de Asuntos Penitenciarios de la Defensoría del Pueblo, José Ávila –quien también participó en la inspección–, manifestó que si bien este penal cumple con los estándares mínimos de un establecimiento penitenciario civil, se debe permitir que cualquier autoridad civil tenga acceso para verificar sus instalaciones.
De otro lado, el ministro de Justicia justificó el traslado del hermano del presidente, pues recibió información de inteligencia según la cual se pretendía secuestrar a los padres de Antauro durante sus visitas al penal de Piedras Gordas I.
“La persona que más visita a Antauro Humala es su madre, y no queremos que se repita lo que pasó en la Embajada del Japón”, expresó.
El ministro de Justicia precisó que el penal Virgen de la Merced solo albergará a condenados por delitos comunes y no a sentenciados por violación de derechos humanos. Indicó que actualmente solo hay once presos, incluyendo a Antauro Humala, pero que la máxima capacidad es de cuarenta internos.
Por su parte, la Comisión de Justicia del Congreso citó al ministro de Justicia y al jefe del INPE. Sin embargo, el titular de Justicia se excusó y dijo que recién podría acudir al Congreso mañana.
En tanto, el fiscal de la Nación, José Peláez, dispuso que el fiscal de turno David Leiva visite el penal para verificar la conformidad de sus instalaciones.
Fuente: La República
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