Los partidos politicos, Restauración Nacional (RN), Alianza Por el Progreso (APP) y el Partido Humanista Peruano (PHP) están a punto de concretar una alianza que, según el consenso alcanzado, postulará a Pedro Pablo Kuczynski a la Presidencia de la República.
Yehude Simon, Humberto Lay y Luis Iberico, secretario de APP en Lima, tuvieron una posición unánime: las conversaciones están muy avanzadas y es posible que en unos días se anuncie oficialmente la alianza y la candidatura de PPK.
“Estoy dispuesto a declinar mi postulación por una propuesta como la de Pedro Pablo, que beneficie al país”, dijo Simon. “Pedro Pablo Kuczynski supera a todos los actuales candidatos. Sería un presidente de lujo”, afirmó por su parte Lay.
Los tres partidos se han venido reuniendo desde hace varias semanas y solo les falta concordar algunos temas programáticos puntuales y definir quiénes acompañarán al ex primer ministro en la plancha presidencial y cómo se distribuirá la lista de candidatos al Parlamento.
APP ha propuesto que el frente se llame Alianza por un Gran Cambio y que su símbolo sea la A. Simon no tiene problemas con eso. Lay dice que se trata de un nombre provisional y que se le podría hacer ajustes.
Simon, Lay e Iberico anotaron que aún es posible que otras agrupaciones se sumen a esta alianza. Una de ellas sería Renovación Nacional, el partido de Rafael Rey, aunque sobre esto no hay consenso. El congresista Renzo Reggiardo es otro posible jale. El tercero, sería el Partido Popular Cristiano (PPC).
Fuente: Perú 21
Siempre voy a recordar que cuando los peruanos estaban por decidir entre tirarse al lado izquierdo o derecho del abismo —elegir como presidente a Alejandro Toledo o Alan García—, un funcionario de Wall Street que catalogaba los riesgos de las inversiones en Latinoamérica, interrogado por una agencia de prensa sobre cual era su preferido, el dijo que, simplemente, no le importaba quien ganara siempre y cuando el ‘ministro de economía sea Pedro Pablo Kuczynski’.
¿Porqué el funcionario dijo eso?
Una mente febril puede pensar muchas cosas, pero al final es solo eso: ideas. De manera que hay que referirnos a un hecho concreto para poder tener una idea de por qué PPK es el favorito —desde la época de Fernando Belaúnde— entre la elite del mundo financiero que, vale decir, se beneficia enormemente con los cobros de la deduda externa de Latinoamérica.
He aquí el hecho:
El 14 de octubre de 1991, la revista ‘Forbes’ en su volumen 148, número 8, página 214, publicó un artículo sobre la privatización de empresas estatales en América Latina escrito por Joel Millman —era la época de la fiebre por la privatizaciones en Latinoamérica—. El artículo versaba sobre las actividades que le permitieron al ‘First Boston International’ —uno de cuyos directivos era el señor Pedro Pablo Kuczynski— percibir, por lo menos, 50 millones de dólares en honorarios por la participación de esa institución en la venta de las empresas estatales latinoamericanas. El artículo mostraba además una foto del señor Kuczynski, con la siguiente leyenda:
‘First Boston’s Pedro-Pablo Kuczynski, ‘Latin America could become the tail that wags the dog’.
La leyenda se traduce así:
‘Pedro-Pablo Kuczynski del First Boston: ‘América Latina puede convertirse en la cola que menee al perro’.
¿A que se refería con esto el voceado futuro ministro?
El artículo describe con claridad el decidido interés del señor Kuczynski por la salud de la economía norteamericana, que podría consolidarse canalizando en provecho propio los recursos generados por las ventas de las empresas públicas de América Latina. La lógica explicada a ‘Forbes’ por el señor Kuczynski era sencilla:
Si América Latina vende sus empresas estatales obtendrá a cambio de ellas recursos en moneda extranjera. Entonces, esos recursos en moneda extranjera serán utilizados por los países de América Latina para importar bienes producidos por los Estados Unidos y, principalmente, para pagar la deuda externa o, mejor dicho, los intereses de la deuda. De esa manera, la privatización de las empresas públicas latinoamericanas contribuirá a la salud de los entens financieros que tienen a sus negociadores en Wall Street.
Esto puede demostrar que el interés primordial del señor Kuczynski —quien también ostenta la ciudadanía de los Estados Unidos— no es la salud económica del Perú. A él, lo que le interesaba en 1991 y lo que le sigue interesando el día de hoy es la solidez de las compañías financieras donde tiene sus intereses personales.
¿Tiene dudas? Bueno he aquí otro hecho del porque PPK es el favorito de Wall Street.
Una bandera peruana adornaba la oficina en Nueva York del banco de inversión JP Morgan, el seis de febrero del 2002. Ese día, luego de 74 años, el Perú volvió al mercado de valores internacional. La ciudad de los rascacielos fue el escenario donde se realizó la controvertida emisión de bonos soberanos [denominados Globales 2015] y canje de bonos Brady de la deuda externa de Perú. El artífice de este ‘milagro’: El ministro de Economía y Finanzas Pedro Pablo Kuczynski.
De acuerdo con PPK, se emitieron bonos por US$ 1,414 millones, de los cuales US$ 500 millones ingresaron a la caja fiscal y US$ 931 millones sirvieron para canjear bonos Brady, cuyo valor nominal era de US$ 1,212 millones. El canje permitió ahorrar US$ 330 millones. Como resultado de ambas operaciones, sin embargo, la deuda aumentó en US$ 170 millones.
Un especialista en deuda externa, Guillermo Runciman Saettone, comentó que los acreedores lo consideran un éxito porque con este canje recibieron a cambio un papel por el que se le pagó una tasa más alta. Sin embargo, es bueno para ellos, pero para el Perú es mayor gasto, a pesar de que a veces el canje signifique comprar los papeles viejos más baratos del valor nominal. Pero, ‘por el lado de las tasas de interés hay un encarecimiento’, dijo el especialista.
De acuerdo a los datos oficiales del Banco Mundial, a fines de los años 1970’s la deuda externa del gobierno peruano ascendía a 2.7 mil millones de dólares, y a 19.8 mil millones de dólares a finales de 1989 [durante el gobierno de Alan García, para quienes no lo recuerdan]. El gran incremento de la deuda entre ambos periodos fue casi totalmente por lo préstamos del sector público, es decir del los gobiernos que pasaron por la Casa de Pizarro —aunque al tipo ya lo desalojaron de la placita de al lado.
Y esta historia tampoco cambió mucho en la década siguiente, en estos tiempos, como resultado del Fujimorismo, en gran medida, y del Toledismo, la deuda externa del Perú asciende a unos 27.7 mil millones de dólares a finales de septiembre pasado. Y de acuerdo a las cifras oficiales, se estima que el servicio de la deuda —o sea el pago de los intereses por esos préstamos del exterior que pide el gobierno— es de alrededor de los 2 mil millones de dólares anuales.
Es lamentable que este saqueador del estado quiere postolar como Presidente DEL PERU