Ollanta Humala, al ser consultado por el aval que brindó a su cuestionado homólogo Nicolás Maduro y las críticas del “garante” de su Gobierno, el Nobel Mario Vargas Llosa.
Humala, quien llegó a supervisar las obras de la estación Bayóvar del Metropolitano de Lima, en San Juan de Lurigancho, evitó responder a la prensa sobre estos palpitantes temas de coyuntura y solo atinó a decir: “¡Estamos en el Metro, así que hablamos del Metro!”.
El silencio de Humala llega a tres días de asistir a la investidura de Maduro, viaje rechazado por la clase política y que mereció un duro intercambio verbal entre la oposición y el oficialismo del Congreso.
Ayer, Humala tampoco vio por conveniente aclarar las razones que motivan a su gobierno a iniciar las negociaciones para adquirir la refinería La Pampilla y un grupo de grifos de la empresa Repsol.
Según diversos analistas, esta decisión significaría el vuelco al plan original de la Gran Transformación.
El contexto hacía que la prensa esperara con sigilo y siguiera en todo momento a Humala en la actividad de ayer, pero este optó al final del evento- por abandonar raudo el lugar y dejar a la prensa con los crespos hechos.
Defiende compra. Sin embargo, la que sí se pronunció sobre el tema Repsol fue la vicepresidenta Marisol Espinoza.
La también legisladora de Gana Perú decidió salir al frente y defender la eventual adquisición de Repsol por parte del Gobierno, al afirmar que en otros países no se cuestiona la compra de este tipo de empresas por parte del Estado.
Dijo que actualmente estamos entre “los intereses de unos cuantos frente a los intereses del país”.
“Debería darnos orgullo que podamos tener intereses como los que tienen las empresas de Colombia, Chile y Brasil”, afirmó Espinoza, tras recalcar que esta compra beneficiaría al pueblo peruano.
Fuente: Correo
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