En las calles de Lima aparecieron unos paneles de campaña política escitos con el nombre y apellido de Jaime Bayly en los que aparece su rostro, y se llama a votar por su agrupación política !No nos ganan! (NNG).
Uno de los paneles -que mide unos siete metros de largo por cuatro de ancho, aproximadamente- se encuentra cerca del cruce de las avenidas El Corregidor y Raúl Ferrero, en el distrito de La Molina.
Además del rostro de Bayly se observa en el símbolo marcado con una equis, de su agrupación !No nos ganan!, y con las iniciales NNG.
Un panel similar se encuentra en la vía expresa, en el tramo comprendido entre el puente de la avenida México y el Estado Nacional.
Como se recuerda, en el barrio de Santa Catalina en La Victoria se vieron un sin número de pancartas que decían “Jaime Bayle presidente creemos en tí”, pero el conductor de El Francotirador, sostuvo que sería obra de sus adversarios y no suya, a pesar que por esos días ya voceaba su candidatura a la presidencia por el partido “Cambio Radical” de José Barba Caballero.
“Si finalmente hago la campaña presidencial, prohibiré que mis partidarios pinten las paredes con mi nombre y prohibiré que cuelguen afiches, banderolas, pancartas o fotos mías en gigantografías, esa forma de hacer campaña me parece espantosa y canallesca, de muy mal gusto, un atentado a la belleza de la ciudad y la seguridad de los conductores”, dijo en ese momento.
Ahora, que no se tratan de simples pancartas, sino de costosos paneles publicitarios con su nombre correctamente escrito y en principales avenidas, ¿Qué dirá?.
El abogado señaló que Bayly esperaría que el presidente Alan García haga oficial la fecha de las elecciones generales para decidir si reafirma su postulación e inicia sus actividades políticas en busca de votos.
Esta vez no dicen “Bayle”. Con su nombre y apellido corectamente escritos, ya se aprecian inmensos paneles de campaña política a favor de Jaime Bayly en los que aparece su rostro, y se llama a votar por su agrupación política !No nos ganan! (NNG).Uno de los paneles -que mide unos siete metros de largo por cuatro de ancho, aproximadamente- se encuentra cerca del cruce de las avenidas El Corregidor y Raúl Ferrero, en el distrito de La Molina.Además del rostro de Bayly se observa en el símbolo marcado con una equis, de su agrupación !No nos ganan!, y con las iniciales NNG.Un panel similar se encuentra en la vía expresa, en el tramo comprendido entre el puente de la avenida México y el Estado Nacional.Como se recuerda, en el barrio de Santa Catalina en La Victoria se vieron un sin número de pancartas que decían “Jaime Bayle presidente creemos en tí”, pero el conductor de El Francotirador, sostuvo que sería obra de sus adversarios y no suya, a pesar que por esos días ya voceaba su candidatura a la presidencia por el partido “Cambio Radical” de José Barba Caballero.“Si finalmente hago la campaña presidencial, prohibiré que mis partidarios pinten las paredes con mi nombre y prohibiré que cuelguen afiches, banderolas, pancartas o fotos mías en gigantografías, esa forma de hacer campaña me parece espantosa y canallesca, de muy mal gusto, un atentado a la belleza de la ciudad y la seguridad de los conductores”, dijo en ese momento.Ahora, que no se tratan de simples pancartas, sino de costosos paneles publicitarios con su nombre correctamente escrito y en principales avenidas, ¿Qué dirá?.
Enrique Ghersi, negó que este sea el punto de partida de su campañaEn diálogo con elcomercio.pe, dijo que la propaganda electoral vista en los distritos de La Molina, Surquillo y Jesús María solamente son aspectos secundarios, puesto que el ‘Francotirador’ explicó que primero deben recolectar 150 mil firmas para inscribir a su partido.ARRANCARÍA EN ENEROGhersi sostuvo que varios simpatizantes de Bayly de manera independiente han comenzado a recolectar las primeras rúbricas, pero que formalmente y de manera organizada se hará en las próximas semanas.“Propiamente la campaña electoral empezará en enero. Ahora no estamos en campaña sino en un proceso de organización y evaluación”, agregó.
El abogado señaló que Bayly esperaría que el presidente Alan García haga oficial la fecha de las elecciones generales para decidir si reafirma su postulación e inicia sus actividades políticas en busca de votos.
bayly a la presidencia
yo voto por el carajo
JAIME BAYLY Mi Voto Es Para Ti ☺ En Lugar Del Ejercito Mas Policias En Las Calles , Bien Equipados Y Con Justa Paga , Las Empresas Que Brindan Luz Y Agua Tienen Que Ser Nacionalizadas En Todo El Perú Y Las De Telefonia e Internet Que Abusan Con Sus Precios Altos Obligarlos A Decir Perdon , ( TELEFONICA ) Españoles Que Mataron A Todos En El Imperio Incaico (Tahuantinsuyo ) , Espero Que Leas Esto JAIME BAYLY Y Me Mandes Un E-Mail A Mi Correo Bye amor0o0infinito@hotmail.es Esto es Solo Un 0.7 % De Lo Que Se Debe Hacer
Juan Luis Cipriani Dice : “ El Matrimonio Es Una Institución Natural De Hombre Y Mujer , Complementarios Para Toda La Vida ” ♥ ” Dejarnos Arrastrar Por Un Mundo Que Hoy No Piensa , Es Muy Peligroso . Los Animo A Que Tengamos El Coraje De Pensar . Si Uno Razona Y Piensa , Se Da Cuenta Que Hay Cosas Positivas , Y Otras Que Uno Acepta , Pero Que No Las Convierte En Leyes ” , Gracias Juan Luis Cipriani , Hermano Bendito Y Sabio ! ☺
He leído varias publicaciones acerca de los diversos candidatos a la politica, hoy en día vivimos en un Perú lleno de cambios y lamentablemente si no hay un politico que cambie radicalmente el Perú no hay cambios. Como sucedio lo de Fujimori que antes habia terrorismo y una serie de dictadores pero con cambios drasticos se mejoró la politica; obviamente no apoyo a la corrupción pero algunos politicos con ideas drásticas hacen cosas interesantes. Jaime Bayle es uno de ellos esa idea de que exista el ejercito donde esta invirtiendo el Perú bastante dinero mejor a todos ellos que vayan a las calles a mejorar la Seguridad.
Saludos
JAIMITO QUIERE SER CANDIDATO A LA PRESIDENCIA!!!!!
Esto lo escribió hace 3 años nuestro probable candidato a la presidencia (a ver si alguien recuerda en qué medio, Peru21, tal vez…).
Abril 2006
La perpetua agonía
Escribe: Jaime Baily
Los nacionalistas dicen que aman al Perú. Yo no amo al Perú. Me encantaría, pero no puedo. El Perú son millones de personas. No puedo amar a tanta gente.
No soy tan amoroso. No me alcanza el amor. No puedo amar a gente que no conozco. Ni siquiera puedo amar a mucha gente que conozco. Si no consigo amar a mis padres, no sé cómo podría amar a todos los peruanos. Es demasiado. Yo amo a mis hijas, pero no al Perú. No puedo amar a tanta gente. No puedo amar a un país entero. (Ribeyro escribió: “El verdadero amor, en la medida en que excluya toda reciprocidad y recompensa, sólo se da en la vía consanguínea. Todo el resto es desvarío, ilusión o accidente”).
Yo no soy nacionalista. No quiero más al país en que nací por decisión de mis padres, que a otros países que conocí en ejercicio de mi libertad. Se quiere a los países en los que se ha sido feliz. Se quiere a los países que uno admira, a los que uno agradece ciertas cosas, en los que uno se siente cómodo de estar en mayoría o, más importante aún, de estar en minoría. Yo admiro más a otros países que al país en que nací. He sido más feliz en otros países (Estados Unidos, Argentina, España) que en el Perú. Pero tampoco creo que sea exacto decir que amo a esos países, a ningún país. Los países son abstracciones colectivas y yo sólo puedo amar a personas, a individuos.
Nací en el Perú por obra del azar. Nadie elige a sus padres ni al país en que nació. Son accidentes benignos o perniciosos o inocuos. Nadie está obligado a amar al pedazo de territorio en que nació. Nadie está obligado a encontrarlo bello o sobrecogedor sólo porque allí fue parido y fue al colegio. El Perú no me parece un país particularmente admirable o glorioso. Me parece un país extraño, inexplicable, aturdido, violento, confuso, autodestructivo. Tampoco creo que sea el país más lindo del mundo, ni su bandera la más vistosa, ni su himno el más conmovedor, ni sus héroes los más heroicos, como me enseñaron en el colegio. Conozco países más lindos y admirables que el Perú.
No veo por qué tendría que negarlo sólo porque nací en el Perú.
Nadie tiene por qué asociar su destino personal al destino del país en que nació. Si ese país es violento, irracional, autodestructivo, y la mayor parte de sus habitantes ignoran o repudian las formas civilizadas de convivencia, y se condenan por eso a un destino triste, bárbaro, miserable, no parece justo convertirse en rehén o compañero de ruta de esas personas confundidas, someterse a sus designios y renunciar al sueño personal de vivir con toda la libertad que sea posible. El destino del Perú no es mi destino. El destino de ningún país es mi destino.
Quiero que al país en que nací le vaya bien. No depende de mí, sin embargo.
Yo sólo tengo el poder, si acaso, de que a mí me vaya bien o mal. Ni siquiera tengo el poder de que a las personas que más amo les vaya bien o mal. Puedo guiarlas, ayudarlas, aconsejarlas, pero dependerá finalmente de ellas que les vaya bien o mal (y sospecho que les irá mejor si ignoran mis consejos). El destino de una persona puede que sea, con suerte, la suma de sus decisiones individuales, el ejercicio -inteligente o estúpido, valeroso o cobarde, laborioso o pusilánime- de su libertad. Del mismo modo, el destino de un país puede que sea la suma de las decisiones colectivas de cada uno de los individuos que lo componen. Si la mayor parte de esas personas deciden mal, repetida y sistemáticamente mal, y por consiguiente hunden a su país en un
destino aciago, sólo caben dos opciones para escapar de las seguras miserias que vendrán y torcer esa suerte malhadada: cambiar
el modo en que piensan y deciden esas personas o cambiar de país. Yo sólo puedo hacer lo segundo. Lo otro sobrepasa mis fuerzas.
Espero que al país en que nací le vaya bien. Pero si le va mal, o si incluso le va peor de lo mal que ya le iba, no estoy dispuesto a que a mí también me vaya mal por puro patriotismo, por hacer míos los errores de muchos otros y acompañarlos lealmente hasta el final. Porque, además, los países, a diferencia de las personas, siempre pueden estar peor. Las personas, no: llega un momento en que la decadencia progresiva de su salud acaba con sus vidas. Los
países, en cambio, nunca se mueren. Algunos eligen ser saludables, prosperar, aprender de los más sabios y fuertes; otros, como el país en que nací, suelen elegir, por misteriosas razones, el camino del sufrimiento, la decadencia y la perpetua agonía. Y, ya se sabe, nunca se mueren, siempre pueden estar peor.
Mi patria no es el lugar en que nací. Mi patria son mis hijas, mis amores, los libros que me iluminaron, las películas que me conmovieron, cada lugar en que fui fugaz e inesperadamente feliz, cada circunstancia que afirmó mi libertad personal y me hizo ser quien ahora soy. Mi patria son muchas pequeñas patrias y están diseminadas en muchos lugares distintos en los que no me siento un
extranjero. (Javier Cercas lo dice bien en Soldados de Salamina, esa
espléndida novela: “En cuanto a la patria, bueno, la patria
no se sabe bien lo que es, o es simplemente una excusa de la pillería o de la pereza”).
Yo no soy un patriota ni aspiro a serlo. No soy un nacionalista y odiaría serlo. Soy o quiero ser un hombre libre. Y así quiero vivir y morir, aunque no sea en el Perú