El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Ernesto Blume, tras difundirse un video con la defensa de Keiko Fujimori, Giulliana Loza, ambos negaron que se hayan reunido en el restaurante Bocatta, en San Borja.
Cámaras en la zona captaron al magistrado con una mujer y un hombre aún no identificado saliendo del establecimiento, semanas antes de la decisión del TC de anular la prisión preventiva que se había impuesto a la lideresa de Fuerza Popular.
Loza conversa con el chofer del auto de Blume y segundos después ingresa a la parte trasera. Minutos después, “el aún presidente del Tribunal Constitucional también ingresa y el automóvil avanza”.
Al respecto, el magistrado rechazó la versión de que la mujer que lo acompaña en los exteriores del restaurante sea la abogada de Keiko Fujimori. En entrevista con Correo, afirmó que se trata de su esposa. El tribuno no cree que la difusión del video y la atribución de que la mujer sea Loza sea “una confusión inocente” y afirma que se trata de una campaña en su contra “que ha superado todos los límites”.
“Lo digo claramente: yo nunca vi a la señora Loza. La única vez que la he visto es en la audiencia en el TC durante el habeas corpus de la ciudadana Keiko Fujimori”, aseguró.
Hay una investigación en el Ministerio Público sobre esta presunta reunión, bajo la hipótesis de que este encuentro pudo haber influido en la excarcelación de la excandidata presidencial.
Blume Fortini aseguró no tener conocimiento de esta investigación fiscal y dejó entrever que existiría un reglaje en su contra. “Si me han investigado por salir con mi esposa a un restaurante, es evidente que me están siguiendo, que hay un reglaje, están buscando información sobre mí, cuando no tengo absolutamente nada que ocultar; y si quieren saber algo de mí, pueden conversar conmigo. No tengo absolutamente nada que ocultar. Todo esto me hace recordar a los años 90”, señaló.
Por su parte, la abogada Loza también negó haberse reunido con el presidente del TC. Dijo recordar que solo coincidieron en el lugar, donde se encontraba esperando a una amiga suya, pero ante la “coincidencia”, prefirió marcharse “para que no piensen tonterías”. Reiteró que no cruzó ni una sola palabra con el tribuno.
“Juro que no. Solo me senté y al verlo me fui. A Ernesto Blume ni siquiera le di un saludo. ¿Creen que alegremente voy a reunirme con Blume en un lugar abierto y en un restaurante? Imposible. […] Por mi madre. Juro que solo me senté y me levanté; nunca hablé con Blume, ni siquiera lo saludé”, puntualizó Loza.
Fuente: RPP
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