Sindicatos y organizaciones civiles convocaron a una manifestación el 16 de febrero para protestar contra la corrupción, tras el escándalo por el pago de sobornos de la brasileña Odebrecht a funcionarios de ese país.
La marcha fue convocada por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) la mayor central sindical del país, y otras organizaciones y otros colectivos, como “No a Keiko”, promotor de multitudinarias marchas el año pasado contra la candidatura a la Presidencia de Keiko Fujimori, hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori.
A la movilización también se adhirió la líder de la izquierda peruana, Verónika Mendoza. La manifestación tendrá como punto de reunión la Plaza 2 de mayo, situada en el centro histórico de Lima. Mendoza, líder del Frente Amplio de izquierdas, animó a los peruanos a salir a las calles para no caer en la resignación y convencerse entre todos de que el país puede cambiar y terminar de una vez por todas con la corrupción.
La excandidata presidencial comentó que la movilización también debe servir para abrir un debate nacional que culmine con una nueva Constitución, que sustituya a la de 1992, aprobada tras el “autogolpe” de Estado que protagonizó Alberto Fujimori. Según Mendoza, la corrupción en Perú se instauró e institucionalizó con el fujimorismo y, “lamentablemente, los gobiernos supuestamente democráticos que lo sucedieron la continuaron”.
La política de 36 años consideró que el actual presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, también debe dar explicaciones porque fue ministro de Economía y posteriormente primer ministro del gobierno del presidente Alejandro Toledo, ahora acusado de recibir USD 20 millones en sobornos.
“Si tienen que caer el actual presidente y tres expresidentes para zanjar de una vez con la corrupción en este país, que así sea,” sentenció Mendoza, quien entre 2011 y 2016 fue congresista por el Partido Nacionalista, fundado y presidido por Humala, en cuyo período presidencial también hubo sobornos según Odebrecht. En Perú, Odebrecht pagó USD 29 millones en sobornos a funcionarios entre 2005 y 2014, años que comprenden los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016), según se desprende de un acuerdo firmado por la compañía con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Toledo es la primera gran figura de la política peruana inculpada, después de que la prensa peruana filtrara el viernes información que señalaba que el exdirector de la empresa brasileña en Perú Jorge Barata confesó a la fiscalía de Brasil y Perú que Toledo recibió 20 millones de dólares en sobornos. La fiscalía acusa a Toledo de tráfico de influencias y lavado de activos por presuntamente favorecer a la empresa brasileña en la licitación de la Carretera Interoceánica del Sur, por lo que un juez decidirá este jueves si ordena su detención. Entre los ya detenidos por el caso Odebrecht está el exvice ministro de Comunicaciones Jorge Cuba, acusado de mediar a favor de la compañía para que se adjudicara la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima durante el segundo gobierno de Alan García.
Fuente: Andina
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