La ex funcionaria pública y ahora virtual congresista fujimorista María López Córdova no ha logrado aclarar las dudas surgidas sobre las dos costosas embarcaciones pesqueras obtenidas el 2000 durante los cinco años que duró la investigación efectuada por la Fiscalía de la Nación.
Por eso, el expediente con todas las declaraciones y la información concerniente a sus ingresos y los de su esposo Erlis del Castillo Cañari ha sido remitido a la Segunda Fiscalía Especializada en Criminalidad Organizada para que se pronuncien o no por un posible lavado de activos procedente de un acto de corrupción.
Los cuestionamientos observados en enero pasado por la entonces Fiscal de la Nación, contenidas en las 17 páginas de su informe, se concentran, en su mayor parte, en un préstamo de $160 mil obtenido por María López Córdova el 2000 cuando ella aún se desempeñaba como empleada de confianza en el despacho congresal de luz Salgado Rubianes.
El informe de la fiscal suprema Gladyz Echáiz determina que tanto la versión del personaje que afirma haberle prestado el dinero como la de la persona que dice haber asumido la deuda resultarían ser actos intencionales para ocultar la fuente real del dinero.
Algo se oculta
Por ejemplo, Jorge Hernández Salazar a fin de dar veracidad a su versiónseñala en su testimonio que desde 1965 viene obteniendo de uno a cinco millones de soles al año y que posee cuentas en bancos por sus actividades comerciales.
Hernández Salazar refiere que se ofreció prestar a la actual congresista $160 mil porque esa suma “formaba parte de una suma mayor, aproximadamente un millón de dólares, que la tenía guardada en diferentes inmuebles de su propiedad, debido a que por ese tiempo no trabajaba con entidades financieras. La transacción la hizo sin garantía alguna, sólo por amistad y simpatía”.
Por su parte, Gabriel Chévez Curo, la persona que asumió la deuda contraída por María López, sostuvo que obtuvo el “supuesto pasivo (la deuda) pero obteniendo como beneficio la propiedad de las naves Santiago Apóstol I (Asmar I) y Santiago Apóstol II (Asmar II).
Las verificaciones efectuadas por la Fiscalía en los registros del Ministerio de Producción así como en la capitanía de Puertos de Chimbote indicaron que dichas embarcacionespermanecían a nombre de María López Córdova, lo que sugiere que nunca hubo intención de transferir esos bienes.
Lo que llamó también la atención a la fiscal es la sospechosa forma como manejaba tanto dinero (un millón de dólares) el préstamista Jorge Hernández y cómo éste aceptó que la deuda sea pagada por Gabriel Chévez Curo “sin evaluar en ningún momento la situación económica y financiera del señor”.
Según información de la Capitanía de Puerto de Chimbote, 12 embarcaciones están a nombre de la familia del esposo de la parlamentaria electa, López Córdova.
En familia. María Manuela, Yamanachi, Asmar I y Asmar II son de su cuñado Sady Castillo Cañari. Roxana, Hilda, Ruso y Tokyo pertenecen a su cuñada Ana Castillo Cañari. Y Santiaguito I y Santiaguito II a su cuñadaGary Castillo Cañari. Todas operativas al sur del país.
Fuente: La República
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