Albero van Klaveren agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya , expresó que Perú y el país que este representa han disfrutado “tranquilamente” de los territorios que les correspondieron tras la Declaración de Santiago, firmada en 1952, y aunque tuvo “amplias oportunidades” para rechazar esto nunca lo hizo. Por el contrario, declaró Van Klaveren, “aplicó soberanamente sus derechos”.
“Perú afirma que no realizó reclamo alguno debido a que era la opción menos contenciosa y no quería provocar una confrontación con estados vecinos. Esto solo confirma la flaqueza de ese reclamo”, dijo el agente chileno.
Detalló que, a nivel interno, Perú reconoció vía una resolución suprema, en 1957, que su dominio marítimo lo delimitaba una línea paralela que partía de la costa y que ello no podía expandirse más allá del paralelo correspondiente. “Es decir, se refería al artículo 4 de la Declaración de Santiago que delimitaba las dos fronteras marítimas del Perú”, indicó.
“Un reconocimiento explícito llegó en 1968 y 1969, en que ambos países identificaron el primer marcador de la frontera terrestre como el hito 1. La existencia de una frontera clara y estable entre Chile y Perú ha permitido el desarrollo de una economía. Ambos países han cooperado de manera conjunta, ambos estados se basaron en esta frontera para muchas actividades”, precisó.
Según subrayó, los países que suscribieron la Declaración de Santiago (1952) han reconocido sus fronteras entre sí y ello también fue reconocido por la opinión internacional. Señaló además que Perú nunca objetó estas posiciones.
“En 1952 se abrió un territorio totalmente nuevo en la ley del mar, al establecer los límites en relación con las 200 millas náuticas. Ellos escogieron el método del paralelo (…) ahora Perú se encuentra insatisfecho de lo que acordó con Chile y la insatisfacción no representa un razón legítima para desestimar una frontera”, espetó.
Van Klaveren consideró que el intento del embajador Juan Miguel Bákula, en 1986, por reexaminar la frontera con Chile “causo perplejidad” a ese país, “como sigue causándola ahora”.
“Perú no puede reclamar una frontera porque es una demarcación resuelta. Todos los problemas quedaron claros cuando se dio el Tratado de Lima”, opinó el chileno tras recordar que en 1929 “se estableció que el hito 1, más próximo al mar, era el punto de referencia acordado para el paralelo que constituye la frontera marítima.
Van Klavaren también cuestionó que el Perú pida a la Corte el reconocimiento de derechos soberanos exclusivos sobre el “triángulo exterior”, zona marítima que va más allá de las 200 millas de Chile en el norte, y que este país llama “altamar”.
“No quedan áreas por delimitar, no quedan reclamos por resolver. Las partes están vinculadas por la Declaración de Santiago. La posición de Chile es que las zonas marítimas han sido plenamente delimitadas por un acuerdo”, finalizó.
Fuente: El Comercio
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