Antauro Humala aprovechó su comparecencia ante la 2ª Sala Penal Liquidadora Anticorrupción, en la sede judicial de la Base Naval, para denunciar que fue objeto de maltratos y agresiones durante su traslado del penal Virgen de la Merced hasta el Centro de Reclusión de la Base Naval del Callao.
Humala refirió que las agresiones se produjeron a las 11:00 de la noche del sábado y que estuvieron encabezadas por el jefe del INPE, Luis Pérez Guadalupe, y un grupo de encapuchados que ingresó por las paredes del penal Virgen de la Merced.
Además, afirmó que no se le ha permitido comunicarse por teléfono con su familia ni con sus abogados, lo que afecta su derecho a la defensa en el juicio en curso.
Por la noche, a través de una nota de prensa, el INPE negó que se hubieran producido agresiones, sino que el mencionado recluso se resistió a su traslado.
Anotó que por tanto “se produjo un forcejeo con los agentes del INPE –dentro del uso legal, necesario y proporcional de la fuerza– que le provocó algunas escoriaciones”.
El INPE reiteró “que no permitirá manipulaciones por parte del interno Antauro Humala Tasso, quien ha sido justificadamente trasladado al Centro de Reclusión de la Base Naval”.
En el comunicado se subraya además que el traslado fue producto de las “reiteradas infracciones a las reglas de tratamiento establecidas, a la gravedad de los delitos cometidos y para su propia seguridad”.
El líder etnocacerista estuvo calmado ante los jueces que, al parecer, esperaban que se comportara de manera violenta, como sucedió durante su juzgamiento por el ‘Andahuaylazo’.
Aparentemente, por ese motivo, el tribunal, presidido por el juez superior Aldo Figueroa Navarro, no permitió el ingreso de la prensa a la sala de audiencias de la sede judicial de la Base Naval.
Los periodistas fueron encerrados en una pequeña habitación para presenciar el juicio en un pequeño televisor, que solo mostró imágenes cuando Antauro ya estaba sentado. Evadiendo la vigilancia, un reportero de La República pudo ingresar a la sala como parte del poco público que fue a la diligencia.
“Me dijeron que podría hacer una llamada, que salga a la oficina, para luego decirme que el teléfono estaba malogrado y al regresar a mi celda me han atacado los encapuchados”, relató entonces Antauro.
Para respaldar su versión, el líder etnocacerista mostró sus brazos y piernas a los magistrados con el objetivo de que puedan constatar las magulladuras que tendría en el cuerpo, pues las mismas no se percibían a simple vista.
Agregó que tenía más magulladuras en el pecho y pretendió sacarse el polo, pero los jueces se lo impidieron.
“El que debería estar en la Base Naval es Alberto Fujimori, que tiene una sentencia de 25 años de cárcel por asesinato”, enfatizó Antauro.
Luego de escucharlo, y a pedido de la Fiscalía, el tribunal dispuso que Antauro sea revisado por un médico legista y que, de acuerdo con sus atribuciones, la Fiscalía investigue las supuestas agresiones.
En tanto, atendiendo a su solicitud, el interrogatorio a Humala por el ingreso irregular de su ex pareja Nora Bruce a Piedras Gordas, objeto de este juicio, se postergó para el próximo 17 de abril.
Ante de concluir la diligencia, el líder etnocacerista acreditó como segunda abogada en este juicio a la doctora Rosario Montero, además de Liliana Humala, y pidió que esto sea puesto en conocimiento de la Base Naval.
De esta manera, ambas abogadas podrán visitarlo en la base Naval del Callao. El reglamento de ese centro penal establece visitas solo para abogados acreditados al proceso en curso.
En la Base Naval, Antauro Humala sólo podrá recibir visitas después de Semana Santa y únicamente de sus familiares directos, quienes deben primero acreditarse como tales.
Además, según el INPE, dicho recluso tiene una sanción de aislamiento en su celda por siete días.
Fuente: RPP
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