Alan García volvió a referirse a los testimonios de tres implicados en el Caso Lava Jato en Brasil -dos de ellos altos ejecutivos de empresas y un ex primer ministro del ex presidente Luis Lula da Silva-, quienes sostuvieron que el líder aprista fue un contacto importante para lograr negocios durante su segundo gobierno.
La declaraciones que fueron hechas ante el juez Sergio Moro entre fines del 2015 e inicios del 2016, según dio cuenta el portal “Ojo Público” son las de José Antunes Sobrinho (Engevix), Gilberto de Azevedo Branco Valentim (Galvão Engenharia) y el ex primer ministro José Dirceu, este último considerado como el contacto que permitió concretar los negocios en el Perú por su cercanía con García.
A través de una publicación en Facebook, García Pérez manifestó que ha leído las declaraciones de los mencionados y se defendió una vez más de las acusaciones.
Por ejemplo, se refiere a la declaración del empresario José Azevedo Branco, director de Galvao Enghenaria. Según indicó, al final del testimonio de este el juez federal pregunta: “’¿Se hizo algún pago a las autoridades peruanas?’ y la respuesta es contundente: ‘No, no’. (Juez: ‘pagamentos a autoridades peruanas’? Azevedo: ‘Nao, Nao, excelencia’), con lo que termina la declaración bajo juramento”, escribió el ex mandatario.
Asimismo, sostuvo que “en ninguna parte se afirma que el presidente Alan García fuera ‘factor clave’ o ‘el mejor amigo’”.
Respecto a Galvao Enghenaria, insistió en que finalmente no pudo participar de un proyecto de irrigación en Tumbes. Asimismo, dijo que José Dirceu participó como “relacionista público” aprovechando su condición de ex ministro muy cercano a Lula da Silva.
Sobre la otra empresa, Engevix, indicó que “solo tuvo contratos de supervisión con Gobiernos Regionales autónomos y sin participación del Gobierno central”.
“Presentar una reunión abierta y pública con el señor Dirceu como sospechosa es absurdo. Recibí cientos de empresarios peruanos y extranjeros deseosos de invertir en el Perú, y así logramos impulsar un crecimiento promedio anual de 8%, el aumento del empleo y la reducción de la pobreza, así como la ejecución de muchas obras. El hecho es que, a pesar de su deseo, los adversarios no pueden vincularme a delitos como los cometidos por los ex jefes de Estado a los que apoyaron y para los que trabajaron. A otros han comprado. A mí, no. Y así lo demuestran los documentos difundidos”, sentenció.
Fuente: Perú21
Comentarios