Las últimas palabras de Alan García antes de suicidarse, según su menor hijo Federico García Cheesman, fueron para Roxanne Cheesman. El expresidente la llamó antes de jalar el gatillo. “Hay fiscales afuera, ustedes saben cómo es la cosa”, refirió Federico como las últimas palabras de su padre aquel aciago 17 de abril de 2019.
Hoy, conocido el diálogo por WhatsApp registrado esa misma mañana entre Roxanne Cheesman y Jorge Barata, en el que ella le dice al brasileño que “reivindique su memoria (refiriéndose a Alan García)”, surgen importantes interrogantes: ¿la llamada del exjefe de Estado a su pareja fue una despedida acompañada de una instrucción? ¿De dónde sacó Cheesman la serenidad para escribir a Barata tan ponderadamente mientras ocurría la desgracia?
Por lo que se desprende de las conversaciones, Cheesman escribió al exejecutivo de Odebrecht apenas García terminó la llamada, ¿cuándo se acababa de disparar?
“Usted nos ha hecho sufrir dos años. Nunca se imaginará cuánto, pero que Dios lo castigue(…)”, escribió Cheesman.
En sus primeras declaraciones, Jorge Barata no se refirió a Alan García, y estas ocurrieron a fines de 2016 y el segundo semestre del 2017. Entonces, ¿en qué se fundó ese sufrimiento? Barata no señaló a García. Y si García era inocente, ¿qué los afligía?
Y ella continuó: “…que usted cargue con toda la culpa posible. Solo le pido que cuando Alan esté muerto usted diga la verdad”. ¿Por qué Cheesman culpa a Barata del suicidio de García? ¿Por qué le dice que cargue con la culpa? ¿Acaso García estuvo comunicándose con Barata dos años antes de su muerte para pedirle que lo exculpara?
Doce minutos después de haber sido increpado, el exejecutivo brasileño respondió “siempre diré la verdad…nunca he hablado nada de él porque nunca hubo nada de qué hablar y él sabía de eso”.
¿Si la verdad era que García era inocente, que nunca pidió ni recibió coimas de Odebrecht, por qué Barata no fue directo en su respuesta? ¿Por qué no dijo con claridad que el expresidente era inocente?
ECheesman le pide a Barata que reivindique a García y Barata le responde que “unos días más e iba a estar liberado de esa tragedia, qué pena que no pudimos declarar antes para evitar todo esto”. Nuevamente el brasileño apela a la ambigüedad, pero sus palabras dejan la impresión de que se había comprometido a liberarlo.
Después de iniciada la conversación, Cheesman le escribe a Barata para decirle que Alan García acaba de morir. Ella estuvo conversando por Whatsapp, con el más grande corruptor de los últimos tiempos, mientras su marido estaba agonizando.
Después de la muerte de García, en el interrogatorio que los fiscales del caso Lava Jato le hacen a Barata en Curitiba, el abogado de la pareja García Cheesman, Erasmo Reyna, se acercó a Jorge Barata y le pidió lo mismo que le solicitó Cheesman por WhatsApp.
Sin embargo, lejos de cumplir con ambos, Barata incriminó a Alan García al señalar en el interrogatorio ocurrido una semana después de su muerte, que el expresidente sabía que Odebrecht pagaba coimas y que nunca hizo nada para denunciarlos.
Además, precisó que fue el secretario de García, Luis Nava Guibert, quien recibió US$3 millones en coimas de parte de la constructora, y sostuvo que eso sirvió para que el gobierno aprista los dejara seguir operando en el país. “No creo que (Nava) tuviera la capacidad de influenciar y resolver los temas sin usar el nombre del presidente”, añadió.
El fiscal Pérez sostuvo que los chats “demuestran que se obstruyó la acción de la justicia. “(se buscó) el contacto para evitar que Jorge Barata manifieste la verdad” en un interrogatorio, cuestionó.
Fuente: Perú21
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