Daniel Salaverry, presidente del Congreso, tomó una decisión que cayó como un balde de agua fría a la bancada de Fuerza Popular: no renovarle los contratos a una centena de trabajadores, entre los cuales figuran gente de extrema confianza de la lideresa Keiko Fujimori y seguidores del partido naranja.
La bancada admitirá su derrota y ya no moverá un dedo por los empleados salientes, pero sí hará lío por dos abogadas claves para el funcionamiento de la fuerza de choque del fujimorismo en el legislativo: Leny Palma y Melissa Sánchez, jefas de la oficina en donde han venido laborando la mayoría de seguidores de Keiko Fujimori.
La Oficina de Participación, Proyección y Enlace con el Ciudadano se convirtió en el refugio de la portátil más apasionada de Keiko Fujimori. En ese despacho laboraban Milton Miranda Román, Marco Pacheco Quispe, Rosangella Barbarán Reyes, entre otros, cuyos contratos Salaverry no renovó.
Miranda se hizo conocido en la campaña electoral por ser el fundador de Factor K, organismo dedicado a la organización de eventos en favor de Keiko Fujimori. Entró al Congreso a laborar como asesor del congresista Luis Yika, y en noviembre de 2016 ingresó al Área de Atención y Educación Ciudadana de la Oficina de Participación.
Pacheco es el secretario de juventudes de Fuerza Popular. Entró a la Oficina de Participación en agosto de 2016, pero fue hasta octubre de 2018 que se comprobó cuál era su labor.
Las cámaras del noticiero de Latina lo captaron burlando la seguridad del condominio donde vivía Alberto Fujimori, junto con una portátil de Fuerza Popular, el día que la Corte Suprema anuló el indulto para su líder. Era horario de trabajo pero él estaba haciendo proselitismo. Sus compañeros dijeron que había pedido permiso a la jefa de su oficina en el Congreso, justamente la abogada Leny Palma.
El apellido Pacheco Quispe es conocido en el Congreso. Tan solo un mes después de que el fujimorista ingresó a trabajar al Parlamento, su hermana también lo hizo. Lucía Pacheco trabaja en la Oficina de Comunicaciones desde setiembre.
Barbarán es conocida en las redes sociales como @quebarbaraperu y es otra ferviente simpatizante de Fuerza Popular. No solo escribe frases contra el fiscal José Domingo Pérez: “#FueraChávarry???? Fuera la esposa del fiscal Domingo Pérez que tiene puesto de confianza en el Ejecutivo”. En febrero de 2018 ingresó a trabajar a la Oficina de Participación. En octubre de 2018 apareció junto con Pacheco en la portátil frente a la casa de Alberto Fujimori.
Salaverry dispuso que, junto con los empleados fujimoristas, también se despidiera a sus jefas Leny Palma y Melissa Sánchez, pero la ‘bankada’ saltó hasta el techo. Leyla Chihuán y Segundo Tapia, vicepresidentes del Congreso, le han pedido a Salaverry que reconsidere el despido de ambas porque se trata de personas muy cercanas a Keiko Fujimori.
Salaverry no quiere dar vuelta atrás. Fuentes cercanas a la Presidencia del Congreso indican que tiene el apoyo de la tercera vicepresidenta Yeni Vilcatoma.
El plan B de Fuerza Popular para mantener al personal de confianza de Keiko Fujimori en el parlamento es recontratarlas, pero como asesoras de la bancada naranja.
Palma y Sánchez saben mucho de los movimientos de Fuerza Popular. Ambas tuvieron una participación muy importante en la última campaña electoral.
Leny Palma fue integrante del tribunal electoral del partido. Melissa Sánchez ha sido citada por el fiscal José Domingo Pérez para que declare en la investigación que se le sigue a su jefa, Keiko Fujimori.
Pero no solo los hermanos Pacheco Quispe trabajaban en el Congreso. Hay un personaje muy cercano a Daniel Salaverry que junto con su esposa también labora ahí.
Christian Peralta Navarrete es jefe de la Oficina de Comunicaciones. En campaña electoral era común verlo al lado de Keiko Fujimori, pero ahora a quien acompaña siempre en los viajes parlamentarios es a Salaverry. La esposa de Peralta es Lizbeth Maceda, quien trabaja como asesora principal del congresista fujimorista Edwin Vergara.
Leti Torres Hoyos, quien se desempeña desde el periodo anterior como técnica administrativa en el Museo del Congreso, labora desde mayo de 2018 en la oficina que está al frente de donde trabaja su hija, Lis Sierra Torres. Sierra, recién egresada de la universidad, es técnica de la Oficina de Comunicaciones.
Sobre estos casos, el presidente del Parlamento no se ha pronunciado. Perú21 quiso comunicarse con la abogada Leny Palma, pero ella no contestó las llamadas ni respondió los mensajes.
Fuerza Popular le ha dicho a Salaverry que esos despidos son arbitrarios. Pero lo que aún no han precisado es cuál era la verdadera función de los empleados despedidos en el Legislativo.
Fuentes del Parlamento han afirmado a este diario que una de las jefas que el presidente del Legislativo intenta echar fue la que filtró el adulterado informe de representación que el despacho de Salaverry presentó para justificar actividades fuera de Lima. La orden para filtrar dicho documento provino de la bancada de Fuerza Popular.
Fuente: Perú21
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