El fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) sobre el litigio por delimitación marítima entre Perú y Chile no tendrá una “solución salomónica”, afirmó el coagente peruano, José Antonio García Belaunde.
“No existe solución salomónica la corte tiene que reconocer quién tiene el derecho. Una vez que lo haga, entonces sí puede hacer unos ajustes de suerte tal que no aparezca descompensado un país frente al otro”, señaló García Belaunde durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Lima.
El coagente y excanciller peruano expresó que las probabilidades de un fallo favorable a Perú son muy altas en una demanda que planteó establecer los límites marítimos entre ambos países y la concesión de “una zona que correspondía a las 200 millas del mar peruano y que no correspondía al mar chileno, pero que Chile pretendía convertir en alta mar”.
“Es posible que la corte reconozca que esas 200 millas de mar, del triángulo externo que nosotros reclamamos como nuestro y que Chile dice que es alta mar, es muy posible que nos la van a reconocer, y ahí estamos hablando de 29.000 kilómetros cuadrados”, manifestó.
En 2008, Perú demandó ante la CIJ a Chile tras años de intentar negociar los límites marítimos, por lo que ambos países presentaron una serie de documentos con carácter reservado, hasta que en diciembre pasado, durante la fase oral, los argumentos se hicieron públicos.
“El Perú había estado muy satisfecho con la fase oral. El Perú sintió que su causa había sido muy bien defendida y que era muy solida”, resaltó.
Chile sostiene que los límites marítimos con Perú están establecidos en tratados de 1952 y 1954, los que según la posición peruana sólo tienen carácter pesquero.
García Belaunde señaló que lo último que quería el Estado peruano era acudir a la CIJ porque tenía un afán de negociar “de buena fe”, pero que al final se tomó esa decisión porque era “lo normal y sensato” para no tener una “relación conflictuada” con Chile y para no gastar el poco dinero que se tenía en armas.
Para el coagente del equipo peruano, los principales retos durante todo el proceso de la demanda fueron de carácter técnico, pues hubo que recopilar información, estudiar los expedientes de los juristas y discutir los argumentos, aunque reconoció que se trabajó “con mucha mística”.
“¿Cuál fue la estrategia? Cargar sobre el otro la prueba. Chile tiene que probar que hay un acuerdo de límites… Yo sí creo que Chile no pudo probar que había un acuerdo de límites”, indicó y agregó que se le hace muy difícil que la corte le dé la razón al vecino del sur.
El presupuesto planteado por el Gobierno de Perú para este tema fue de no más de seis millones de dólares.
Actualmente, Perú y Chile se encuentran a la espera del fallo de la CIJ, en una fecha aún por determinar, pero ambos Gobiernos se han comprometido a respetar la sentencia.
Fuente: Terra
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