Susana Villarán, afirmó que el proceso de revocación en su contra representa “un gran desafío” a superar y reiteró que, en caso, la población no la respalde la ciudad se vería paralizada. ¿Por qué? Porque “en dos años tendríamos tres autoridades” y los proyectos de inversión no continuarían.
Villarán, quien entregó un conjunto de semáforos sonoros en la Av. Arequipa, destacó que en la última encuesta de Ipsos Apoyo el 67% esté de acuerdo con la reforma del transporte “tras 30 años de caos vehicular, contaminación y accidentes” y que un 61% respalde el traslado de los comerciantes de La Parada a Santa Anita.
La alcaldesa dijo que se informará a la población de los sectores C, D y E, que constituyen el núcleo duro a favor de la revocación, “las grandes ventajas que tienen para ellos las obras que estamos ejecutando”, a fin de que digan “que vale la pena continuar hasta el final”.
En esa línea, la autoridad edilicia consideró que las críticas a su gestión de parte de estos sectores “no tiene que ver con afectos”. La alcaldesa sostuvo que los cuestionamientos se dan por la falta de información de los beneficios de las obras y reformas que ejecuta su gestión.
Recordó que si finalmente es revocada, “lamentablemente, Lima sí pararía, porque en dos años tendría tres alcaldes y así es muy difícil tomar decisiones para una ciudad de esta envergadura”.
“Nos eligieron por cuatro años y salvo que uno cometa un atropello feroz contra la Constitución o que robe a mano armada el erario nacional, la verdad es que habría que dejarnos trabajar”, concluyó.
Fuente: El Comercio
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